domingo, 29 de noviembre de 2015

Críticas al optimismo y al pesimismo




Leandro Pena

A la hora de examinar la historia podemos señalar dos enfoques diferentes, sobre los hechos y los acontecimientos y que repercutieron en las formas de examinar los cambios sociales, políticos que se produjeron a fines del  siglo XIX y en el transcurso del siglo XX. El primero conserva una perspectivaoptimista de la historia sostenida por el positivismo de Augusto Comte y proponía conocer para prever los movimientos de la sociedad teniendo en cuenta el conocimiento científico y técnico. El segundo,  un enfoque posmoderno caracterizado por ser pesimistaa la hora de examinar el devenir histórico, atendiendo a  la disolución de los modos tradicionales de conocimiento sosteniendo como fundamental la importancia del lenguaje, la comunicación y el desarrollo tecnológico para el fortalecimiento de los lazos sociales sin obviar que la  direccionalidad histórica sostenida por los grandes relatos  se encuentra fragmentada o disuelta.

Durante los siglos XVII y XVIII se desarrolla la corriente filosófica llamada racionalismo que consiste fundamentalmente en el uso exacerbado de la razón para fundamentar temas relativos al conocimiento, a la metafísica como así también a la psicología. El racionalismo como corriente filosófica se preocupar por exaltar la razón para el conocimiento de cuanto ocurre,  poniendo como centro la facultad misma del hombre para examinar y conocer todo cuanto se propone conocer. En este sentido, dicha corriente se caracteriza por buscar con ciertos matices que sea el sujeto quien pueda dar cuenta de las cosas que están en el mundo  bajo la justificación de una idea trascendente (R. Descartes) o sin ella. (I. Kant).

De este modo, mientras el racionalismo llegaba a su punto culminante en Alemania, nace bajo la tesis iluminista a partir del siglo XIX el positivismo de Augusto Compte,  caracterizado por marcar un lineamiento sobre el devenir histórico tanto de la ciencia como de la humanidad dejando sus huellas en la historia del pensamiento. Fundamentalmente, conocido como el fundador de la sociología, el pensador francés,  propuso demostrar que hay un  progreso necesario de la humanidad desde su niñez entendida esta en su época antigua, hasta su adultez en la época moderna-contemporánea; se trata del paso de una sociedad sin saber científico a una sociedad que posee la capacidad conocer. Su preocupación esencial consistió en proponer la ley de los estadios que consiste en enunciar la sucesión necesaria de los pensamientos individuales y colectivos; en la cual el individuo es teólogo en su niñez, metafísico en su juventud y físico en su madurez, demostrando de este modo su  propósito antimetafísicoa la hora de examinar el desarrollo histórico social. Para esta corriente filosófica, todo lo que el hombre puede pensar o utilizar o aprender para su progreso, está en el campo de la ciencia.  Está convencido de que toda teología o metafísica al pretender alcanzar lo absoluto terminan por ser dogmáticas y por tanto negadora de la relatividad de todas las cosas y del mundo, sin embargo, es esta relatividad total de las cosas  la que alimenta y posibilita el progreso de la humanidad operando, como único principio absoluto que moviliza el campo del saber.

Establece pues un grupo jerárquico de ciencias, que tienen como objeto la naturaleza inorgánica, y está constituido por la matemática, astronomía y la física y otro grupointegrado por la química, la biología y la sociología. Cada una de ellas estaría dividida en ciencias subalternas. Cada uno de estos órdenes supone que las primeras son más uniformes y simples.Mientras las matemáticas no se apoyan en otra anterior, las demás lo hacen en las que las precede inmediatamente hasta llegar a la sociología que para Compte es la coronación de todas las ciencias, porque no solo le compete el comportamiento del hombre como ser social sino el estudio de la  moral y las posibilidades concretas del progreso para la humanidad.El hombre comptiano  es estrictamente relativo a la sociedad y solo en ella puede existir y  ser comprendido, más aun, en la sociedad termina por agotarse toda actividad humana.

Como vemos esta teoría se encuentra unida a la praxis·, pues para él solo es digno de investigación aquello que acrecienta el progreso humano y a su vez toda nueva etapa de progreso abre nuevos horizontes de investigación. Parecería que el elemento mesiánico comienza a aflorar, la redención y las respuestas del hombre estarían en técnica. Para Comte él orden y progreso se dan juntos y para que esto se dé es necesario organizar la sociedad, y por ello es necesario organizar las ciencias coronadas por la sociología. El tipo de sociedad Comptiano resulta armónico ya que la misma es producto de las acciones políticas que decidirían los problemas administrativos, y científicas que darán directivas básicas para alcanzar la marcha de la sociedad, de este modo se dan dos posiciones contrapuestas pero que están fundamentadas en el hombre. Por un lado se le otorga al hombre el imperio sobre la totalidad de las cosas pero al mismo tiempo al centrar lo mas humano del hombre en las ciencias concebida como conocimiento clasificador y estructurante termina por convertirlo al hombre en una cosa.

Como expresamos anteriormente, para el pensador francés existe un modo desarrollo histórico individual y social que comprende distintos momentos históricos que van desde un estadio imaginativo hacia un estadio emancipatorio del saber científico efectivamente, en su obraDiscurso sobre el espíritu positivo, propone diferentes momentos llamados estadios que vienen a representar un modo de evolución social de la humanidad.El primer estadio llamado estadio llamado teológico, consta de tres fases. El fetichista, el politeísta y el monoteísta.El fetichista“ consiste sobre todo en atribuir a todos los cuerpos exteriores una vida esencialmente análoga a la nuestra pero casi siempre más enérgica, por succión esencialmente más poderosa”[1].El politeísta  es el momento en  el cual la filosofía se eleva porque llega a unificar estructuras sociales con la razón en un espíritu teológico. “Es en esta fase donde principalmente hay que estudiar como estudiar el espíritu teológico que se desarrolla en ella con una plenitud y una homogeneidad ulteriormente imposibles; es este período el mas ascendente ala vida mental y social”[2]. El monoteísta es la tercera fase y la mas decadente pues“la razón viene a restringir cada vez más el dominio de la imaginación y el sentimiento”[3].El segundo estadio se denomina metafísico y es un estadio intermedio entre la infancia y un estadio superior de progreso y adultez. Compte comienza a reducir una metafísica a una ontología. Efectivamente la metafísica que buscaba responder a las causas esenciales da paso a que desde el hombre se pueda comprobar todo cuanto sucede y aparece.Como conclusión de esta teoría será la eliminación toda teología que   impide razonar y dar justificaciones de las cosas. A pesar de ello, este estadio  “se encuentra siempre en esa inevitable alternativa de tender a una vana restauración del estado teológico para satisfacer las condiciones del orden o impulsar una situación puramente negativa a fin de librarse de una teología”,[4]no logra por tanto representar la independencia de toda justificación del devenir del mundo y del pensamiento Finalmente en el estadio positivo, comienza entonces la emancipación plena de la razón mediante el paso de la imaginación a la observación dejando en el olvido aquellos estadios de la “infante“ humanidad. Lo real se reduce a lo comprobable.En efecto, lo real y deducible nos lleva a la naturaleza de las cosas en tanto que son fenómenos, lo que antes se explicaba desde el sujeto en relación con una metafísica ahora es comprobable no desde la experiencia sino desde la observación y la lógica.
Dos consecuencias de estas ideas: la idea de progreso y de lo relativo. En efecto, al progresar la razón que quiere conocer se da cuenta que cada uno lo logra  de distinta manera y que depende esencialmente de cada circunstancia. Nos dirá A. Compte “lejos de llegar en modo alguno al ser absoluto debe ser siempre relativo (lo que conocemos) a nuestra organización y a nuestra situación”[5]. Por otra parte, dado que, la historia avanza se  desarrolla y progresa, los fenómenos son distintos y se conocen cada vez, y de diversos modos las concepciones van cambiando con un trasfondo netamente social.Es decir cambian las concepciones por que cambian las sociedades, [6]“los fenómenos cambian tanto como los fenómenos humanos, que no son simplemente individuales sino también y sobre todo sociales puestos que resultan en una realidad de una evolución continua en la que todos los elementos y todas las fases están conexas”. De este modo,   el verdadero espíritu positivo ,” consiste sobre todo, en ver para prever, en estudiar lo que es para deducir lo que será , según el dogma general de la invariabilidad de las leyes naturales”[7]

En conclusión, el positivismo concibe la historia atendiendo a la necesidad de la emancipación de la razón, estableciendo esto como el fin propio de la humanidad. Desde la postura comptiana todo conocimiento tiene como fin prever el desarrollo de la humanidad, si la ciencia avanza es para poder determinar el actuar de una sociedad pretendiendo establecer el orden y progreso de las mismas si tener en cuenta aspectos fundamentales como lo son la historia política, económica y cultural de una sociedad ya que toda auto comprensión de la historia y su devenir es comprendida como crítica a un modo teológico y  metafísico cuya finalidad es atender la preeminencia de la razón en tanto organizadora de la sociedad. Lo inherente a la sociedad, sus estamentos, sus movimientos internos son tenidos en cuenta en tanto pueda preverse el modo de comportarse de una sociedad pero no relación con el estado. Dicho de otra manera, el sentido teleológico de la historia en tanto la direccionalidad que marca la emancipación de la razón pone en evidencia que el par razón/ciencia excluyen de su análisis el par sociedad/estado, en términos de ciudadanos que tienen pariticpación en la vida de la polisquedando subsumida toda tarea filosófica a pensar cómo se mueve cada sociedad y de qué modo se vislumbra el progreso de la razón a lo largo de la historia mostrando como tanto la  ciencia y el poder de la misma vaticinan un horizonte de conocimiento con un sesgo relativo.  

La segunda corriente  perspectiva filosófica que  examina y reflexiona sobre la historia con un  tinte escéptico es el denominado pensamiento posmoderno. Dicho pensamiento forjado a partir de mediados del siglo XX se propone examinar:los modos en que se presentan vínculos interpersonales y sociales, la debacle de los denominados grandes relatos  y la validez de los argumentos científicos;  poniendo énfasis en que los argumentos modernos que hacían posible pensar la validez del conocimiento y la posibilidad confiable en un progreso tanto de orden político como social se encontrarán seriamente cuestionados.

Una de las problemáticas  que la corriente posmoderna asume como una dificultad, tiene que ver con los vínculos interpersonales. Las relaciones humanas es la constante individualización  ya estas son “ahora el tema del momento”[8] en sus diferentes variables tanto cibernética como así también bajo la atención clínica sea de couseluing, psicólogos sociales o los diferentes tipos de   terapeutas que se aboquen a la cuestión  de las relaciones humanas siendo este un tema de mode. La corriente posmoderna, sostiene que si bien la problemática es importante y relevante desde fines del siglo XX lo fundamental es que “ el compromiso y en particular el compromiso a largo plazo es una trampa que el empeño de “relacionarse” debe evitarse a toda costa”[9].Como podemos ver hasta aquí, el pensamiento posmodernoexamina las relaciones humanas con un enfoque negativo donde las relaciones humanas se vuelven mas superficiales y por tanto el reconocimiento de la individualidad del otro se vuelve estéril y superficial prevaleciendo mas la información interpersonal que el conocimiento vincular y exacerbando la idea de satisfacción y consumo.

Para esta corriente, las sociedades se encuentran  marcadas por la forma moda, e influenciada por el desarrollo técnico que buscan acompañarla convirtiéndose esta no  solo en un lujo estético y periférico de la vida colectiva sino que se ha convertido en un elemento central en el proceso social que gobierna bajo la forma de producción y  consumo. Dicha forma moda parece la realización de la sociedad. En efecto, “toda cultura se ha convertido en una formidable maquinaria regida por la ley de la renovación acelerada, del éxito efímero, de la seducción y de las diferencias marginales”[10]. Las industrias casi no pueden prever lo que va a suceder por la desenfrenada necesidad impulsada por la ansiedad de tener, de derrochar, de gastar, variablemente según la espontanea necesidad social; de este modo existe una relación proporcional pero a la vez flexible: “A una industria cultural que se organiza según el principio de la novedad, corresponde un consumo especialmente inestable, y en ella más que en ninguna otra parte han de reinar la inconstancia y la imprevisibilidad de los gustos”[11] de este modo vemos que bajo la idea de satisfacción y consumo prevalece la idea de lo efímero y lo constante e inmediato como deseo social. Por tanto, las sociedades se ven seducidas por el gusto inmediato que le reclama la necesidad del cambio en artículos de utilería, comida rápida o servicio a la carta; se juega la lógica de la necesidad a la par de la incertidumbre de los resultados por la relativa elección en cada circunstancia.  De este modo la reflexión filosófica posmoderna en torno a la relación sociedad y economía sostiene que la cultura industrial  se encuentra dominada cada vez más por el deseo “del éxtasis de la celeridad y la inmediatez”[12]La sociedad por tanto se encontraría en busca de un estadio jovial mostrando quela denominada forma moda consumista, resultaría una  forma variable delas apetencias humanas del gusto y del placer.Por lo tanto, la industria se encontraría hoy de la mano de la cultura viviendo su presente propio que no busca prever la necesidad futura sino la del hoy y por tanto no se trata de. “un pensamiento de avanzada sino de seguir los gustos y apetencias de las masas”[13].

Por otra parte y siguiendo con el mismo análisis histórico, en la posmoderna al igual que con Compte interesa el desarrollo de la sociedad, pero esta ya no es vista como el progreso de la razón  en diferentes períodos sino al igual que el pensador francés se mantiene la idea de “que la sociedad es una unidad una unicidad”[14] y que cuando hay un problema que afecta a una parte de la sociedad afecta sistemáticamente al conjunto del sistema social. Este modo de conformación social es diferente al modo en como Marx conceptualiza la historia dado que el marxismo sostiene que el modelo social “ nace de con las luchas que acompañan al asedio de las sociedades civiles tradicionales del capitalismo” [15]. Este modelo de comprensión social “ no corresponde a los modos del saber postmoderno” y la razón de esto es que ha habido un redespliegue del capitalismo a través de los cambios científicos y técnicos que han producido un cambio en elestado; convirtiendo a las clases “dirigentes en decididores”[16] dejando de estar  “ constituida por la clase política tradicional para pasar a ser una base formada por jefe de empresas, altos funcionarios, dirigentes de los grandes organismos profesionales, sindicales, políticos, confesionales”[17]. Lo fundamental consiste en primer lugar no solo en el modo de enfocar lo que significa el progreso social sino la función y la constitución partidaria política en representación de los ciudadanos de un lugar. En este sentido la perspectiva posmoderna presenta “la  descomposición de los grandes relatos y se sigue de esto que algunos analizan como la disolución del lazo social”, perdiéndose de esta manera la mirada de una sobre una sociedad orgánica constituida. Efectivamente al ser el centro de interés filosófico y político los medios de información  y el lenguaje en tanto que este está acotado  a la “atomización de los social en redes flexibles de juegos del lenguaje “[18]; de este modo lo que hace a la naturaleza delado social no tiene ver con una fase simplemente comunicativa entre emisores y receptores mediante un canal sino los diferentes modos en que se emplea el lenguaje comunicacional  e informático que son aquellas que fundamentan dicho lazo y la relación de los individuos con la instituciones.

Vemos entonces hasta aquí una cuestión fundamental como parte del discurso posmoderno y es que “ elgran relato ha perdido su credibilidad, sea cual sea el modo de unificación que se haya asignado: relato especulativos, relato de unificación”[19]Esta cuestión resulta fundamental puesto que las grandes ideas que sostienen el saber político y científico  moderno parecen haber caído.La “utopía” que puede representar la necesidad de la lucha de clases que emerge en la historia milenaria de los pueblos, como así también, los grandes ideales de la revolución en el cual el sistema democrático moderno se propone como una forma de gobernabilidad posible carecen de legitimización económica,  social y política. Más aún: los argumentos científicos y los modos en que estos se fundamentan están seriamente en riesgo. En efecto, el pacto del capitalismo y neoliberalismo bajo la versión tecnocrática forman parte como dijimos antes del nuevo modo de formación dirigencial.

Por otra parte en orden al argumento científico se pone en jaque la legitimización del saber, efectivamente mientras en la modernidad el acento sobre el conocimiento de una objeto estaba centrada en la figura del sujeto quien con la razón podía ordenar en su mente y representar las cosas que estaban en el mundo y conformar un conocimiento posible sobre los objetos en la posmodernidad el acento sobre el saber esta mediado por la una configuración  discursiva que otorga legitimidad y rango de saber a una determinada cuestión; de este modo todo discurso de conocimiento se es producto de una articulación variablesde los juegos del lenguaje. En este sentido la crisis del “saber científico del siglo XIX no proviene de una proliferación fortuita de las ciencias que si misma sería el efecto de progreso de las técnicas de emancipación del capitalismo. Procede de la erosión interna del principio de legitimidad del saber”[20]; de esta manera el saber queda liberado de la enciclopedia y queda en manos de la especulación discursiva y de los juegos del lenguaje que la proponen conformando un modo emancipador del saber que lejos de acentuar con la rigurosidad moderna los principios de la razón para conocer e instar formas de conocimientos posibles, dispone que dicho saber quede en manos de un poder, o un lazo social mediante un discurso de poder, mostrando que su característica fundamental consistirá en: “ fundar la legitimidad de la ciencia, la verdad sobre la autonomía de los interlocutores comprometidos en la práctica ética, social y política”[21] ; quedando reducido el problema del conocimiento y la verdad a la exposición de un enunciado o al modo en que se dan los juegos del lenguaje en un discurso determinado.

Vemos entonces que ambos discursos, el discurso comptiano por un lado y el discurso posmoderno por otro hacen hincapié en problemáticas similares pero con ópticas distintas, sin embargo ambas posiciones excluyen el problema de la dinámica social en torno a la vida política y el involucramiento de los distintos estamentos sociales en la cuestión. Mientras que el positivismo augura el orden y el progreso como factores determinantes de la sociedad, el posmodernismo refleja por un lado que quienes dirigen una sociedad son herederos del mundo empresarial y  por otro que los lazos sociales se vuelven superfluos y reducidos a las redes tecnológicas; de este modo todo análisis sobre el estado y el hombre queda reducido a las demandas del mercado y  a los integrantes que siendo parte inherente a él (grupos económicos del mercado) organizan bajo su propia ley las demandas sociales revestidas bajo la forma moda enmarcada en las  ideas de:  consumo, satisfacción y necesidad. Sin embargo y a pesar de ello y bajo el modo de globalización el estado posmoderno-liberal se ocupa de las necesidades y satisfacciones momentáneas pero no lo hace teniendo en cuenta las necesidades insatisfechas y atendiendo las desigualdades de los hombres sino acorde a una visión consumista regida por la ley del mercado. En este sentido la visón escéptica de la historia que propone la corriente posmoderna se mantiene al margen de la discusión sobre los argumentos que sostienen el rol del estado en orden a una vida política igualitaria sino que por el contrario permanece crítica a los grandes relatos sea democráticos o sobre luchas de clases dejando sin justificación o generando  descreimiento sobre las posibilidades políticas que dichas formas de gobierno inciden en la vida de los hombres quedando el horizonte del sentido histórico de la vida política subsumida a representantes de la economía y los modos en que estos regulan la vida de los hombres y considerando que las ideas políticas sustentadas en una teoría política quedaron sin vigencia alguno.



·Como vemos,  aquí el término praxis está utilizado para mostrar la relación entre practica social y progreso científico - técnico, no en el sentido de unir teoría política con práctica social como lo supo examinar Marx.
[1] COMTE,Augusto,   Discurso sobre el espíritu positivo, Madrid, Sarpe, 1984, P. 29.
[2] Ibídem.
[3] Ibídem. P. 30.
[4] Ibídem. P. 37.
[5]Ibídem. P. 40.
[6]Ibídem. P. 41.
[7]Ibídem. P. 45.
[8]BAUMAN,  ZygmuntAmor líquido, Madrid,Fondo Cultura Económica, 2005, P. 2
[9]Ibidem. P.4
[10]LIPOVETSKY, Gilles,El imperio de lo efímero,Barcelona, Anagrama,1990, Pág. 230
[11]Ibídem.P. 232.
[12] Ibídem. P. 240
[13]Ibídem. P. 253
[14]Lyotard, Jean- François,La condición posmoderna, Madrid, Cátedra- Teorema, 2000, P. 31
[15]Ibídem.
[16]Ibídem. P.32
[17]Ibídem. P.37
[18]Ibídem. P.39
[19]Ibídem. P.73
[20]Ibídem. P.74
[21]Ibídem. P. 76

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